CUARTO DE HORA DE ORACIÓN
PROPOSITO DE LA ORACIÓN
Santa Teresa que es Maestra de oración muchas veces oraba de maneras sencillas pero profundas. El domingo pasado teníamos de fondo el Evangelio del Padre Misericordioso. Hoy vamos a orar haciendo una interiorización a Dios como Padre basándonos en el Padre Nuestro y ampliando un poco estas peticiones tan hermosas.
Podemos leerla a varias voces (si estamos en grupo) y que cada persona haga una de las frases.
Padre nuestro que estás en el cielo;
sólo tú eres santo,
tú estás por encima de todo,
eres ternura y misericordia.
¡Bendito sea tu nombre!
¡No abandones
la obra de tus manos,
hazte reconocer por lo que eres,
que venga tu Reino,
que todas las personas descubran tu presencia,
pues tú eres el Dios fiel!
Danos hoy el pan de la vida,
tu palabra y tu Hijo,
tu gracia y tu luz,
para el camino de este día!
¡Bendito seas,
tú que has cancelado todas nuestras deudas
salvándonos por Jesucristo:
también hoy perdónanos
como nosotras-nosotros perdonamos
a quienes nos ofenden,
en la paz de tu gracia!
¡Padre, no nos sometas a la gran prueba,
guárdanos en la fe y en la esperanza,
pues nunca renegaremos de tu nombre y tu palabra!
¡Líbranos del Adversario,
pues tú eres nuestro Dios, el único,
Dios santo, Padre de ternura!
REFLEXIÓN
La mayor originalidad y el mayor regalo de la oración de Jesús fue, sin duda, la de enseñarnos a orar dirigiéndonos a Dios como al más entrañable y cariñoso de los Padres: "Cuando quieras orar di: Padre nuestro..."
- Ábrete al Padre de la acogida.
- Ábrete al Padre de la ternura. (¿Qué crees que significa esto?)
- Ábrete al Padre que levanta lo que está caído. (¿Cómo te sientes hoy, con tu frente en alto, animada para comenzar este día?)
- Ábrete al Padre que te reviste con su gracia. (Cada día eres una mejor persona, da gracias por ello)
- Ábrete al Padre que te invita a la fiesta de la vida. (Hoy hay muchas personas en el mundo que comienzan su día en el secuestro, la esclavitud, da gracias también por tu libertad)
Vive un día especial, comenzando el día colocándote en sus manos.