DE LA MANO DE TERESA, VAMOS HACIENDO
CAMINO…
Desde la experiencia creyente podemos ir descubriendo que Jesús se revela a lo largo
de toda nuestra vida desde diferentes momentos, situaciones, y que nos va
regalando su persona como lo vamos necesitando. En algunos momentos es camino,
en otros es confrontación, luz, guía y a veces dolor…
Nos adentramos en
esta experiencia de continuar conociendo
y reconociendo al Dios de Teresa que es nuestro Dios, ese Jesús al que amamos y
que para amarlo más, tenemos que acercarnos , conocerlo reconocerlo...
Dejémonos llevar por la mano de Teresa acerquémonos a su camino interior para
dejarnos enriquecer por ella, para poco a poco “… conocernos y conocerle para hacerle conocer y amar”, para reconocer
en nosotros, como Teresa lo hizo, al Dios de la VIDA
… …
Si me
nombras tú
“Sea bendito por todo que he visto
claro no dejar sin pagarme aún en esta vida, ningún deseo bueno.”
“Bendito seáis por siempre que, aunque os dejaba yo a Vos, no me dejasteis Vos
a mí tan del todo que no me tornase a levantar, con darme Vos siempre la mano”
(V6,9) “ ¡oh valame Dios, si huviera de decir las
ocasiones que en estos años Dios me quitaba, y cómo me tornaba yo a meter en
ellas y de los peligros de perder del todo el crédito que me libró.”( V,
8,18). “ ¡Oh Señor de mi alma! ¿Cómo
podré encarecer las mercedes que en estos años me hicistéis?
“(V.18, 18)
“…con todo esto tiene en tanto este Señor nuestro que le queramos y
procuremos su compañía que una vez y otra
no nos deja de llamar para que nos acerquemos a Él; y es esta voz tan
dulce que se deshace la pobre alma en no hacer luego lo que le manda” (2M,2).
¿Cómo se descubre la “voz” de este
Dios cercano que nos acompaña y se comunica con nosotros en el centro? Teresa también lo expresa consciente
de su dificultad para compartir esta experiencia, pero consciente también de la
importancia de poder reconocer y compartir esa experiencia para todos los que
quieren ir caminando por el itinerario del viaje interior. “Ya esta gente está en el
castillo, que no sé por dónde ni cómo oyó el silbo de su pastor, que no fue por
los oídos – que no se oye nada- más siéntese notablemente un encogimiento suave
a lo interior, como verá quien pasa por ello que yo no sé aclarar mejor .
Paréceme que he leído que como un erizo
o tortuga, cuando se retiran hacia sí; mas ellos se entran cuando quieren; acá
no está en nuestro querer sino cuando Dios nos quiere hacer esta merced.”
(4M 3,3)
“Quiere su majestad
y es amigo de animas animosas, como vayan como vayan con humildad y
ninguna confianza de si. Y no he visto
ninguna de éstas que quede enana en este camino (…) Espántame lo mucho que hace
en este camino animarse a grandes cosas; aunque luego no tenga fuerza el alma,
da un vuelo y llega a mucho” (V13, 2) .
Quédate en la o las frases que más te han llegado… Repítelas o subráyalas para que se vayan haciendo tuyas.
Salmo 137 ¡Yo completaré mi obra en
ti!
Necesito agradecerte, Dios de mi vida, reconocer que
me vives, y publicarlo,
Bendecirte con todo mi ser:
¡Con todo mi corazón!
¡Con todo lo que soy y tengo!
¡Necesito darte gracias por tu amor!
Ese amor que me ama “más de lo que yo me puedo amar
ni entiendo…”
Ese amor que supera todas mis expectativas.
Ese amor que siempre me ha arropado.
Ese amor que percibo cercano a mí, que me escucha
cuando le grito,
que fortalece mi ánimo caído, que en medio de mi
noche me conserva la vida, que despliega sobre mí su manto protector y me
cuida, que me pone a salvo con su fuerza suave y salvadora, que siendo tan
grande se ha fijado en mí, tan pequeño…
¡Necesito agradecerte, Dios de mi
vida!